Soy un triste dios oscuro en un mundo gris.
Mis feligreses me odian, sus plegarias son blasfemias a mi nombre.
Mis elegidos maldicen su destino de haberme encontrado.
A pesar de ello los bendigo, pero los dones que ofrezco sólo traen traen más llanto.
Soy un triste, un muy triste dios oscuro.
En un mundo gris hecho de nieblas.
Es un poco poético, o sea, no lo entendí muy bien... pero me gustó.
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